ATENCIÓN PRIMARIA COMO PUERTA DE ENTRADA AL SUS: EL PAPEL DEL MÉDICO GENERALISTA EN LA HUMANIZACIÓN DEL CUIDADO

Resumen

La Atención Primaria de Salud (APS) constituye la base estructural del Sistema Único de Salud (SUS) en Brasil, desempeñando un papel estratégico como primer nivel de atención y principal puerta de entrada a los servicios de salud. Basada en los principios de universalidad, equidad, integralidad y participación social, la APS busca ofrecer una atención centrada en las necesidades reales de la población, articulando acciones de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de manera continua, integrada y territorializada. En este contexto, el médico generalista ocupa una posición central en la conducción del cuidado en salud, actuando con un enfoque clínico ampliado que valora el vínculo, la escucha calificada, la longitudinalidad y el conocimiento del territorio.

Este artículo tiene como objetivo analizar críticamente el papel de la APS como organizadora del cuidado en el SUS, destacando la importancia del médico generalista en la humanización de la atención. La metodología adoptada se basa en una revisión integradora de la literatura, complementada con relatos de experiencias de profesionales de atención primaria en diferentes realidades del país. Los resultados evidencian que la actuación del médico generalista, cuando se alinea con los principios de la APS y los fundamentos de la Política Nacional de Humanización (PNH), contribuye significativamente a prácticas de cuidado más éticas, resolutivas y centradas en la persona, fortaleciendo el vínculo profesional-usuario y la confianza en los servicios públicos de salud.

Además, la presencia constante de este profesional en el territorio permite una mayor resolutividad de las demandas, reduce la fragmentación del cuidado, amplía el acceso y facilita la articulación entre los diferentes niveles de atención. No obstante, persisten desafíos estructurales y organizacionales, como la alta rotación de profesionales, la sobrecarga de atención, las limitaciones de infraestructura y las lagunas en la formación médica orientada a la humanización, que dificultan la consolidación de una APS integral y acogedora.

Se concluye que invertir en el fortalecimiento de la APS y en la valorización del trabajo del médico generalista es esencial para garantizar la efectividad de los principios del SUS y consolidar un modelo de atención sanitaria comprometido con la dignidad humana, la equidad y la justicia social. Esto implica repensar los procesos formativos, las políticas de gestión y las prácticas asistenciales, garantizando condiciones adecuadas de trabajo y fomentando la construcción de vínculos sólidos entre los profesionales de salud y las comunidades a las que atienden.