IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA EN LA EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA: RETOS Y PERSPECTIVAS PARA LA SALUD PÚBLICA

Resumen

El cambio climático y la contaminación atmosférica son factores ambientales cada vez más relevantes en la progresión de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. La exposición continua a contaminantes, como partículas finas (PM2,5), óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre, así como a fenómenos climáticos extremos, como olas de calor e incendios forestales, agrava los síntomas respiratorios, aumenta la frecuencia de las exacerbaciones y compromete la calidad de vida de los pacientes. Además del impacto directo sobre la función pulmonar, estos factores ambientales también influyen en las respuestas inflamatorias sistémicas, favoreciendo la aparición de comorbilidades cardiovasculares y metabólicas. La literatura científica demuestra que los períodos de mayor contaminación atmosférica están asociados con un aumento de las hospitalizaciones por EPOC, especialmente en poblaciones vulnerables, como los ancianos, las personas con bajo nivel socioeconómico y los residentes de zonas urbanas densamente pobladas. Del mismo modo, el cambio climático intensifica la ocurrencia de eventos extremos que aumentan la exposición a los contaminantes ambientales, elevando el riesgo de crisis respiratorias. En este contexto, es fundamental debatir estrategias de mitigación y adaptación, como la implementación de políticas públicas orientadas a la reducción de las emisiones contaminantes, la creación de sistemas de alerta para las poblaciones en riesgo y el fortalecimiento de la atención primaria de salud para la detección precoz de descompensaciones. La incorporación de tecnologías de monitoreo ambiental y el fomento de la educación en salud también se destacan como herramientas esenciales para reducir el impacto de estos factores en la evolución de la EPOC. Se concluye que la lucha contra la EPOC no puede limitarse únicamente al tratamiento farmacológico y clínico, sino que debe incluir medidas integradas de salud ambiental, social y colectiva. Por lo tanto, comprender la relación entre el clima, la contaminación y la EPOC es un paso indispensable para el desarrollo de acciones de salud pública más eficaces y sostenibles, capaces de reducir la carga de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.