MELANOMA: EPIDEMIOLOGÍA, FISIOPATOLOGÍA, DIAGNÓSTICO Y AVANCES TERAPÉUTICOS
Palabras clave:
Melanoma, Diagnóstico, Epidemiología, Etiología, TratamientoResumen
El melanoma es una forma agresiva de cáncer de piel, cuya incidencia ha aumentado a nivel mundial en las últimas décadas, especialmente en poblaciones de piel clara. Esta neoplasia maligna se origina a partir de los melanocitos, células responsables de la producción de melanina, y está fuertemente asociada con la exposición solar, el uso de camas solares, antecedentes familiares y predisposición genética. El reconocimiento temprano del melanoma es fundamental, ya que la supervivencia del paciente está directamente relacionada con el estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico. La identificación de lesiones sospechosas, complementada con métodos de imagen y biopsias, es fundamental para un diagnóstico certero, que permita intervenciones terapéuticas adecuadas. La fisiopatología implica una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales. Las mutaciones en genes críticos como BRAF, NRAS y KIT desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad. Este daño promueve cambios en el ADN de los melanocitos, dando lugar a una proliferación celular descontrolada y a la formación de tumores. Además, la melanogénesis, o producción de melanina, está estrechamente relacionada con la respuesta del organismo al daño solar, siendo un intento de protegerse contra las radiaciones nocivas. Sin embargo, esta protección puede resultar ineficaz en personas con predisposición genética a desarrollar melanoma. Los avances en el tratamiento han sido significativos, especialmente en las últimas dos décadas. Las opciones terapéuticas incluyen cirugía, inmunoterapia y terapias dirigidas, que se dirigen específicamente a las mutaciones presentes en las células tumorales. Las inmunoterapias, como los inhibidores de PD-1 y CTLA-4, han demostrado una eficacia notable para promover la respuesta inmune contra el tumor, mientras que los inhibidores de BRAF y MEK ofrecen nuevas esperanzas para los pacientes con melanomas que albergan mutaciones específicas. Estos avances reflejan un cambio de paradigma en el manejo del melanoma, apuntando no sólo a la supervivencia, sino también a mejorar la calidad de vida de los pacientes, destacando la importancia de la investigación continua y el desarrollo de nuevas terapias personalizadas.