ENFERMEDADES AUTOINMUNES POST-COVID-19: RETOS Y PERSPECTIVAS EN INMUNOLOGÍA TRASLACIONAL

Autores/as

  • Daiana Martins Clares Autor/a
  • Mitzy Stephanny Machado Autor/a
  • Ana Júlia da Silva Rodrigues Carvalho Leite Autor/a
  • André Valério da Silva Autor/a
  • Juliano Yasuo Oda Autor/a
  • Aline Rafaela da Silva Rodrigues Machado Autor/a
  • Alex Martins Machado Autor/a

Palabras clave:

Covid-19, Autoinmunidad, Enfermedad Autoinmune, Inmunología Traslacional

Resumen

La pandemia de COVID-19 ha resaltado no solo los impactos directos de la infección por SARS-CoV-2, sino también su papel potencial como desencadenante de enfermedades autoinmunes. Se han identificado varios mecanismos inmunopatológicos, incluyendo la tormenta de citocinas, la disfunción de las células T reguladoras, la activación exacerbada de las células B, el mimetismo molecular y la formación de NET, todos capaces de romper la tolerancia inmune. Cada vez hay más evidencia que muestra la presencia de múltiples autoanticuerpos en pacientes post-COVID, como ANA, anti-ADN, anti-TPO, anti-GAD y ANCA, lo que sugiere un mayor riesgo de condiciones autoinmunes. Entre las enfermedades descritas después de la infección se encuentran: síndrome de Guillain-Barré, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, artritis seronegativa, diabetes tipo 1, enfermedad de Hashimoto, esclerosis múltiple, miopatías inflamatorias y vasculitis. Casos clínicos documentados refuerzan esta asociación, ilustrando presentaciones tanto agudas como crónicas en individuos sin antecedentes de autoinmunidad. Aunque los mecanismos aún no se comprenden por completo, se observa una convergencia entre la predisposición genética, la inflamación persistente y los desencadenantes virales. El papel de las vacunas contra la COVID-19 también es objeto de debate: si bien son esenciales para contener la pandemia, los informes de eventos autoinmunes poco frecuentes sugieren que, en personas susceptibles, pueden actuar como un desencadenante adicional. Sin embargo, los beneficios superan con creces los riesgos. Las implicaciones clínicas incluyen la necesidad de una vigilancia prolongada de los pacientes post-COVID, la detección temprana de autoanticuerpos y estrategias terapéuticas personalizadas. Las perspectivas futuras implican el desarrollo de biomarcadores predictivos, terapias inmunomoduladoras dirigidas y registros multicéntricos para comprender mejor la relación entre la COVID-19 y la autoinmunidad. Por lo tanto, la COVID-19 se consolida como un modelo único para estudiar cómo las infecciones virales pueden precipitar enfermedades autoinmunes a escala poblacional.

DOI: https://doi.org/10.56238/edimpacto2025.066-001

Publicado

2025-11-03