CÁNCER DE PIEL

Resumen

El cáncer de piel es una neoplasia que surge del crecimiento anormal de células mutadas, desencadenado principalmente por la exposición excesiva a la radiación UV, y su incidencia es más frecuente en las regiones más expuestas a la radiación, como la cara, el pabellón auricular y el cuello. Debido a su elevada incidencia y potencial de riesgo, el cáncer de piel es uno de los problemas de salud más importantes en la actualidad. El cáncer de piel no melanoma es el más frecuente en Brasil y representa alrededor del 30% de todos los tumores malignos registrados en el país. Tiene un alto índice de curación si se detecta y trata precozmente. A pesar de su baja incidencia, el cáncer de piel melanoma tiene peor pronóstico y alto potencial metastásico. Existen varios métodos de diagnóstico para el cáncer de piel, como la historia clínica, el examen clínico de la piel, la dermatoscopia y la biopsia, siendo esta última obligatoria para la confirmación anatomopatológica. El tratamiento de elección debe ofrecer el mejor equilibrio entre curación y resultados estéticos y funcionales. La cirugía es el tratamiento de primera línea para los melanomas y los no melanomas. En ella se extirpa todo el tumor con márgenes libres. Ante la magnitud del problema de salud pública mundial que supone el cáncer de piel, las enfermeras tienen un amplio campo de actuación en cuanto a prevención, detección precoz, participación activa en el proceso de tratamiento y ayuda al control de la enfermedad. En el ámbito de la prevención, dada la naturaleza de educador del enfermero, puede orientar sobre las medidas fundamentales de protección química o física para minimizar los daños causados por la exposición a la radiación UV y otros productos químicos que pueden provocar el desarrollo de la enfermedad. Durante el tratamiento, los enfermeros se centran en los cuidados perioperatorios de enfermería, asesorando a los pacientes y a sus familiares sobre los cuidados preoperatorios, postoperatorios y al alta, así como en la atención y seguimiento de los efectos adversos derivados del tratamiento clínico.