ELOS PERDIDOS E INCLUSIÓN TARDÍA: TRAYECTORIAS EDUCATIVAS INTERRUMPIDAS Y LA REINSERCIÓN DE PERSONAS AUTISTAS A TRAVÉS DE LA EJA (EDUCACIÓN DE ADULTOS Y JÓVENES): RETOS METODOLÓGICOS PARA LA ALFABETIZACIÓN INCLUSIVA, LA ANDRAGOGÍA NEURODIVERGENTE Y LAS IMPLICACIONES REVELADAS POR LOS DATOS DEL CENSO DE 2022

Resumen

El Censo Demográfico de 2022, realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), reveló que Brasil tiene 2,4 millones de personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista (TEA), lo que representa el 1,2 % de la población. Entre los estudiantes con autismo, el 66,8 % está matriculado en la escuela primaria ordinaria, lo que supone un total de aproximadamente 508 000 personas. Sin embargo, se observa una caída significativa en la continuidad de los estudios después de esta etapa. Solo el 12,3 % de los estudiantes con TEA asisten a la escuela secundaria y el 0,8 % cursa estudios superiores, lo que pone de relieve los retos que plantea la progresión educativa. Además, el censo destacó que casi la mitad (46,1 %) de las personas con autismo mayores de 25 años tienen, como máximo, una educación primaria incompleta, lo que indica interrupciones en las trayectorias educativas. En cuanto a la Educación de Jóvenes y Adultos (EJA), el censo reveló que esta modalidad destacaba por tener el mayor porcentaje de estudiantes diagnosticados con TEA: el 4,7 % de sus asistentes declararon este diagnóstico. La proporción era aún más significativa entre los estudiantes de 15 a 17 años (9,1 %) y de 18 a 24 años (10,6 %). Por lo tanto, este artículo se centra en las trayectorias educativas interrumpidas de las personas autistas y sus intentos de reincorporarse al sistema educativo formal a través de la Educación de Jóvenes y Adultos (EJA). Busca comprender los retos metodológicos que surgen en el campo de la alfabetización inclusiva y la andragogía dirigida a personas neurodivergentes. Los principales objetivos de esta investigación son: (1) analizar los datos del Censo de 2022 relativos a la escolarización de las personas con TEA; (2) identificar los principales obstáculos a los que se enfrentan estos estudiantes en la EJA; y (3) proponer estrategias pedagógicas que promuevan la inclusión y el respeto por la neurodiversidad. La pregunta inicial que guía esta investigación es: ¿Cómo revelan los procesos de reintegración de las personas autistas en la escuela a través de la EJA las brechas estructurales, los desafíos pedagógicos y las posibilidades de construir una andragogía inclusiva capaz de respetar la neurodiversidad? Teóricamente, utilizamos los trabajos de Armstrong (2006; 2010; 2012; 2017), Barnes (2002; 2006), Barton (2002), Ellis (2019a; 2019b), Freire (1967; 1979; 2000; 2011; 2013; 2014), Garland-Thomson (1997; 2009; 2019), Guerra (2021), Kent (2019a; 2019b), Knowles (1975; 1988; 2014), Linton (2020), Mantoan (2003), Mercer (2006), Miranda (2012), Mitchell (2006; 2014), Oliver (2002), Robertson (2019a; 2019b), Snyder (2006; 2014), Stevens (s. f.), Thomson (2018; 2019), Vygotsky (1991; 2010; s. f.), Werneck (1997), entre otros. La investigación es de naturaleza cualitativa, según Minayo (2007), bibliográfica y descriptiva según Gil (2008), y con un sesgo analítico integral según Weber (1949). El análisis de los datos del Censo de 2022, combinado con la literatura especializada, nos permitió identificar un fenómeno recurrente entre los adultos autistas: la discontinuidad escolar experimentada en la escuela primaria o secundaria y la posterior reintegración a través de la EJA. Esta dinámica reveló un movimiento que se conceptualizó aquí como «retorno educativo compensatorio», una expresión que busca nombrar la acción de los sujetos neurodivergentes que, tras experimentar la exclusión y la interrupción a lo largo de su trayectoria escolar, encuentran en la EJA una posibilidad concreta de reconstruir su conexión con el conocimiento y reconfigurar su identidad educativa. Además, se identificaron importantes barreras metodológicas, la falta de prácticas pedagógicas adaptadas y las deficiencias en la formación de los profesionales de la EJA. Aun así, surgieron experiencias de resistencia y aprendizaje afectivo que apuntan a la urgente necesidad de reelaborar la andragogía basándose en el reconocimiento de la neurodiversidad.