EL IMPACTO DE LA NUTRICIÓN EN LA RECUPERACIÓN POST-COVID-19: FORTALECIMIENTO DE LA INMUNIDAD Y LA SALUD A LARGO PLAZO

Resumen

La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de estrategias de recuperación que vayan más allá de la farmacoterapia, destacando la importancia de la nutrición como elemento central en la rehabilitación del paciente. Este estudio tuvo como objetivo analizar, mediante una revisión bibliográfica cualitativa, la influencia de la dieta y la suplementación nutricional en la recuperación de personas afectadas por SARS-CoV-2, con especial atención al fortalecimiento inmunitario y la promoción de la salud a largo plazo. Se utilizaron artículos científicos publicados entre 2020 y 2023, extraídos de bases de datos como SciELO, PubMed, LILACS y Google Académico. Los resultados indican que los pacientes recuperados a menudo presentan deficiencias nutricionales, pérdida de masa muscular magra, fatiga crónica, alteraciones metabólicas e inmunológicas, y síntomas persistentes que comprometen su retorno a la vida normal. En este contexto, la nutrición desempeña un papel fundamental en la modulación de la respuesta inflamatoria, la regeneración tisular y la restauración de la función orgánica. Nutrientes como las proteínas de alta calidad, las vitaminas D, C y del complejo B, así como minerales como el zinc y el selenio, han sido ampliamente referenciados por su contribución a la recuperación inmunitaria. También se destacó el papel de la inmunonutrición y los compuestos bioactivos, como los ácidos grasos omega-3, en la reducción del estrés oxidativo y la rehabilitación muscular. El enfoque nutricional demostró ser más eficaz al combinarse con estrategias de reeducación dietética, suplementación dirigida, fraccionamiento de comidas y trabajo interdisciplinario, abordando no solo las necesidades fisiológicas del paciente, sino también los aspectos psicológicos y sociales. El seguimiento nutricional continuo tras el alta hospitalaria se considera esencial para prevenir recaídas, asegurar el mantenimiento de los parámetros clínicos y consolidar la recuperación completa. El enfoque empático y personalizado de los profesionales de la nutrición se destacó como un factor diferenciador en el proceso terapéutico, especialmente en poblaciones vulnerables. Se concluye que la nutrición es un recurso terapéutico indispensable en la rehabilitación post-COVID-19 y debe integrarse en los protocolos clínicos de forma sistemática, ética y basada en la evidencia. Una recuperación eficaz depende de enfoques individualizados que respeten las necesidades específicas del paciente, garantizando una mejor calidad de vida, funcionalidad y prevención de futuras complicaciones.