LUPUS ERITEMATOSO CUTÁNEO: ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS

Resumen

El lupus eritematoso cutáneo (LEC) es una enfermedad autoinmune con un espectro de manifestaciones que abarca desde lesiones exclusivamente cutáneas hasta componentes del lupus eritematoso sistémico (LES). El tratamiento se centra en controlar la actividad de la enfermedad y prevenir el daño, que repercute significativamente en la calidad de vida. Esta revisión narrativa analiza las estrategias terapéuticas actuales y emergentes para el LEC. El tratamiento de primera línea se basa en medidas generales, como la fotoprotección rigurosa y el abandono del tabaquismo, combinadas con terapias tópicas, incluidos los corticosteroides y los inhibidores de la calcineurina. A nivel sistémico, los antipalúdicos, como la hidroxicloroquina (HCQ), siguen siendo la piedra angular del tratamiento, siendo los únicos, junto con los glucocorticoides, aprobados por la FDA para esta afección. En casos refractarios o para facilitar la retirada de los corticosteroides, se utilizan con frecuencia fármacos de segunda y tercera línea como el metotrexato, los retinoides, la dapsona y el micofenolato mofetilo (MMF). Los recientes avances en la comprensión de la patogenia del LES, que destacan el papel central de la vía del interferón tipo I (IFN), las células dendríticas plasmocitoides (pDC) y los linfocitos B, han impulsado el desarrollo de terapias dirigidas. Los fármacos biológicos como anifrolumab (anti-IFNAR) y belimumab (anti-BAFF), aprobados para el LES, han demostrado una eficacia significativa en los resultados cutáneos (CLASI). Además, nuevas moléculas como litifilimab (anti-BDCA2, dirigido a las pDC) e inhibidores de moléculas pequeñas como deucravacitinib (inhibidor de TYK2) han mostrado resultados prometedores en ensayos clínicos recientes, lo que representa una nueva frontera prometedora para el tratamiento del LES.