EL USO DE LA TOXINA BOTULÍNICA EN EL TRATAMIENTO DE LA PARÁLISIS FACIAL

Autores/as

  • Vitoria da Silva Magalhães Autor/a
  • Lorena Moran Bombonato Autor/a
  • Sofia Ortolan Diel Autor/a
  • Ingrid Beatriz Campanha Autor/a
  • Deborah Heloise Fernandes Machado Autor/a
  • Isabela Maraschi Albuquerque Autor/a
  • Juliana Ayumi Higuti Autor/a
  • Vinicius Alexandre Autor/a

DOI:

https://doi.org/10.56238/edimpacto2025.028-017

Palabras clave:

Parálisis Facial, Parálisis De Bell, Toxina Botulínica, Rehabilitación

Resumen

La parálisis facial periférica, o parálisis de Bell, es una afección que afecta a los músculos faciales de un lado de la cara, causando desigualdades en la expresión facial. Puede tener varias causas, como infecciones virales, síndromes o lesiones traumáticas. Una de las formas de tratamiento es el uso de la toxina botulínica tipo A, que actúa disminuyendo la hiperactividad muscular y mejorando la simetría facial. El objetivo de este trabajo fue revisar la literatura sobre el tema, utilizando artículos académicos publicados entre 2007 y 2023. Los resultados mostraron que la parálisis facial periférica es un síndrome común, que afecta a alrededor del 70 % de los casos de parálisis facial. La afección se distribuye equitativamente entre los sexos, y la edad media en la que suele manifestarse ronda los 40 años, aunque puede aparecer en cualquier grupo de edad. Entre los diversos serotipos de la toxina botulínica, el más utilizado en estética es el tipo A, por ser más potente y específico. Otros enfoques, como la fisioterapia, la terapia del habla y los hilos de sostén, también pueden ayudar en la rehabilitación de los pacientes. Por lo tanto, se concluye que el uso de la toxina botulínica tipo A es una alternativa complementaria para el bienestar de las personas afectadas por la parálisis facial periférica.

Publicado

2025-09-18