FITOCOSMÉTICOS EN LOS PROTOCOLOS ESTÉTICOS DE LA PRÁCTICA CLÍNICA: UNA REVISIÓN INTEGRADORA DE LA EVIDENCIA CIENTÍFICA EN SU USO BIOMÉDICO
DOI:
https://doi.org/10.56238/levv16n49-108Palabras clave:
Fitocosméticos, Biomedicina Estética, Cosmética Natural, Cuidado de la Piel, Práctica Clínica, Revisión IntegrativaResumen
La creciente popularidad de las estrategias terapéuticas naturales, los tratamientos estéticos no invasivos y su implementación en la biomedicina estética han contribuido significativamente al uso de fitocosméticos en la práctica clínica. Estos extractos vegetales han demostrado su eficacia en el tratamiento de la piel gracias a sus extraordinarios efectos cicatrizantes, antiinflamatorios, antioxidantes, cicatrizantes, hidratantes y despigmentantes [1, 2]. Esta revisión integrativa se llevó a cabo rigurosamente con el objetivo de sistematizar y analizar críticamente la evidencia científica sobre la aplicación clínica de fitocosméticos en procedimientos estéticos no invasivos. Para ello, se consideraron bases de datos reconocidas como PubMed, SciELO, ScienceDirect, LILACS y Google Scholar, así como publicaciones entre 2006 y 2025. La investigación incluyó estudios clínicos y observacionales, revisiones sistemáticas y estudios in vitro aplicados a la estética. Tras un riguroso proceso de selección y análisis, se obtuvieron 10 ingredientes activos principales: aloe vera, té verde, cafeína, arcilla, centella asiática, aceite de rosa mosqueta, ácido ferúlico, vitamina C, niacinamida y caléndula. Los resultados revelaron que los fitocosméticos tienen un profundo efecto en la reparación tisular, la hidratación profunda, la aclaración y tonificación de la piel, la mejora del tono de la piel, la reducción de la oleosidad, la ausencia de arrugas y la curación holística del acné. La conclusión de esta revisión es que, si bien los resultados parecen muy prometedores y consolidan el uso de estos ingredientes activos, es necesario desarrollar estudios futuros más estandarizados y con mayor rigor metodológico, lo que los hace esenciales para el uso de fitocosméticos en la práctica clínica con una evidencia científica mucho más sólida.